Lección 1
Introducción a la Inteligencia Artificial
¿Qué es el aprendizaje automático?

¿Qué es el aprendizaje automático?

Como os decía antes, la capacidad de aprender es una de las cosas más alucinantes que tiene la IA y que más avances está consiguiendo en los últimos tiempos. Coger un vídeo tuyo y ponerte orejas y nariz de gato es una pasada, pero hay avances de la IA mucho más importantes, como los coches que se conducen solos (los llaman “coches autónomos”) o la detección de enfermedades.

A estas máquinas capaces de aprender se les llama sistemas de aprendizaje automático (los ingleses lo llaman machine learning). Son programas de ordenador que mejoran a través de la experiencia, de forma parecida a como lo hacen los bebés.

Si queremos que un bebé aprenda a reconocer animales, le vamos a enseñar fotos de distintos animales y a decir su nombre: esto es un perro, esto un gato, esto una rana, esto es un ñu.

Hola. Soy un ñu.

Lo haremos una y otra vez, con distintas imágenes, para que el bebé aprenda que hay perros de color canela, pero también de color blanco, unos con más pelo, otros más grandes, otros más pequeños…

Al final el bebé aprenderá cuáles son las características que se repiten en cada animal y no hará falta que vea todos los perros del mundo para poder distinguirlos. Por ejemplo, los perros tienen cuatro patas, dos ojos, cola, pelo por todo el cuerpo, orejas puntiagudas y una lengua larga y llena de babas. Cuando el bebé vea por la calle a un perro que nunca ha visto lo sabrá distinguir perfectamente. A eso se le llama generalización. Significa que el bebé ha aprendido lo que es un perro, en general, a partir de ejemplos particulares de perro que ha visto en las fotos, así que ya es capaz de reconocer a cualquier tipo de perro.

Un robot estudioso. En realidad la IA no aprende leyendo libros como tú y como yo.

Con un sistema de aprendizaje automático hay que hacer algo parecido. Si queremos que aprenda a distinguir animales vamos a tener que enseñarle un montón de fotos y decirle lo que son. Lo bueno que tiene la IA es que puede procesar miles de fotos en un segundo, nunca se distrae y nunca se cansa. Lo bueno que tenemos los humanos es que no necesitamos tantos ejemplos para aprender a distinguir animales. Somos mejores que la IA generalizando y quedándonos con las características que distinguen a unos de otros.

Por ejemplo, ¿qué animal ves en esta foto?

El perro de Hulk.
Seguro que has dicho que un perro, porque aunque tiene un color raro, todo lo demás encaja con lo que es un perro. Pero una IA que jamás ha visto un perro verde puede que lo confunda con una rana, porque le puede dar más importancia al color del animal que a otras características que nosotros sabemos que son muy importantes, como que tenga pelo.
El perro de Hulk disfrazado de rana.
Mediante el aprendizaje automático se puede conseguir que las máquinas aprendan a ver, oír, hablar, escribir y dibujar como un humano. Bueno, algunas cosas no las hacen tan bien como los humanos, pero en otras muchas veces nos superan.