La importancia de la privacidad
En esta lección estamos viendo un montón de palabras que suenan a cosas de mayores, pero que afectan mucho a los niños y niñas también. ¿Sabes lo que es la privacidad?
Imagina que tienes una caja donde guardas secretos, como tus dibujos, tus juguetes favoritos o tus pensamientos. Esta caja es solo para ti y nadie más debe ver lo que hay dentro sin tu permiso. Esa caja es como tu privacidad.
La privacidad significa que tienes derecho a mantener algunas cosas solo para ti y nadie más debe conocerlas sin tu autorización. Como cuando cierras la puerta de tu habitación para que nadie entre sin tocar. Esa puerta te da privacidad en tu casa.
En el mundo digital, el de Internet y las redes sociales, también tenemos privacidad.
Por ejemplo, si tienes una cuenta en una red social (TikTok, YouTube, Instagram, etc.) o en una aplicación de mensajes (WhastApp, Telegram, etc.), solo tú y las personas a las que les das permiso pueden ver lo que escribes y compartes. Nadie más debería poder entrar y ver tus mensajes personales sin tu permiso.
La privacidad es importante para que te sientas seguro y cómodo, para que nadie te vigile o se entrometa en tus asuntos personales sin tu permiso.
¿Piensas que tus datos están seguros en Internet? ¿Cómo sabe TikTok los vídeos que te gustan? ¿Qué información piensas que recopila de ti?
Cuando hablamos de privacidad parece que se trata de que otras personas no puedan ver lo que hacemos si no queremos. Pero, ¿qué pasa con las aplicaciones que usamos? ¿Qué sabe TikTok y YouTube de ti? Y lo que más nos importa a nosotros, ¿qué pasa con la IA? Sabes que la IA tiene capacidad para aprender. Igual que aprende a reconocer un ñu en una foto, puede aprender muchas cosas sobre ti si le das suficientes datos.
Por ejemplo, la IA de TikTok te recomienda los vídeos que más te gustan y hace que pases un montón de tiempo pegado a la pantalla. ¡Conoce mejor tus gustos que muchos de tus amigos! ¿Cómo lo hacen? TikTok no solo tiene en cuenta los vídeos que has visto anteriormente para recomendarte nuevos, también recoge información sobre dónde estás, tu modelo de teléfono o incluso lo rápido que pulsas la pantalla con tus dedos. Además, con los vídeos que ves es capaz de saber si eres un niño o una niña y calcular tu edad.
Todo esto no solo lo hacen para recomendarte mejores vídeos. También utilizan esta información para enseñarte anuncios (publicidad) que se ajuste mejor a ti. ¡Es su forma de hacer negocio!
El problema es que, si la IA sabe demasiada información sobre ti, puede descubrir cosas que no quieres que sepa. Por ejemplo, podría aprender a reconocer tu cara (¡visión artificial!) a partir de las fotos que tienes en Instagram (¡datos!) y a partir de ahí poder reconocerte en cualquier foto en la que aparezcas en Internet (¡clasificación!). ¡Podría ver una foto tuya en la página de Facebook del cole, reconocerte, y saber dónde estudias sin que tú se lo hayas dicho!
Por eso es importante que tengas claro qué información compartes en Internet. Debes aprender a proteger tu privacidad y asegurarte de que la IA no sepa más de lo que tú quieres que sepa.
Para tu tranquilidad, los gobiernos están muy alerta con este tema y están desarrollando leyes para que la IA no se entrometa en nuestra privacidad ni use nuestros datos sin consentimiento. En la Unión Europea están preparando la Ley de Inteligencia Artificial, la primera ley sobre IA del mundo que se encargará de que estos sistemas sean seguros, transparentes (que sepamos por qué toman sus decisiones), no discriminatorios y respetuosos con el medio ambiente.
Como ves, la IA ofrece muchas oportunidades a las personas, pero también tiene sus riesgos. En la siguiente sección te pongo algunos ejemplos de cómo la IA puede ofrecer oportunidades a niños y niñas, pero también los riesgos que pueden haber detrás.